Proyecto Centro de Vida Barrial
Bajo
la premisa fundamental, que la fuerza del campo popular, radica en sus
bases, hoy más que nunca, es vital nutrir esas raíces.
El pueblo, es el sujeto y objeto activo de la comunidad organizada.
Siempre, la estrategia de los grupos de poder consistió, en segmentar.
Y el segmento, está más cerca del punto, que del todo…
Eso, impide sacar la comunidad organizada del terreno de las hipótesis, o en el mejor de los casos, de los logros parciales.
Como
militantes, consideramos que es nuestra obligación, generar proyectos
integrales e integradores, que ponga en manos de la comunidad, las
herramientas necesarias para su organización, autosustento, solidaridad y
sobre todo, la equidad, para que la vida vuelva a ser un deporte, y no
un coto de caza para pocos, nunca más.
De esa misma labor de militancia, surge la comprensión de las realidades y necesidades de la comunidad.
Esto da lugar a larguísimas charlas, buscando las soluciones.
Se debaten, se comentan, se hacen crecer.
Primero,
en un grupo reducido, luego cada vez mayor, aunados tras una idea o
proyecto común, hasta que esa abstracción, se materializa, en un
proyecto de comunidad organizada, como en este caso, por ejemplo.
Esto surge de la seguridad de sentirse parte.
Es la tarea de las organizaciones sociales.
Para
que las soluciones, no sean parches, deben enfocarse, no tanto a la
necesidad, ya que la misma, puede ser efímera, sino, a la causa de esas
necesidades.
Luego, la búsqueda de los recursos para echarle
combustible, ya sea al proyecto, o a lo que se viene construyendo a
pulmón y alambre.
Ahí, es donde la militancia de base, te saluda. A
vos… si a vos, que estás leyendo esto, y seguramente conocés los
malabares de la militancia para lograr sus objetivos.
Por eso,
compañer@s, esperamos que les encante el proyecto, y a corto plazo
podamos estar celebrando algo y charlando de lo que nos apasiona.
Porque no hay nada mejor en la vida, que celebrar dentro de una idea concretada.
Pedimos
formalmente disculpas por el tono literario de la introducción al
proyecto, pero luego de llenar varias formalmente, se torna monótono.
Y la monotonía, consume voluntad, es por esa razón, que los pueblos, no pueden crecer sin alegría.
Este es un proyecto, sobre, proyectos, generadores de proyectos.
Semejante cosa, necesita de una explicación, que es lo que viene a continuación.
Algo
así debe tener una filosofía, idea política, y una lógica, basada en la
experimentación territorial, que sustente su praxis.
Gracias y abrazos de los militantes de La Costa.
Idea madre del proyecto.
Este proyecto en particular, es parte de una serie de proyectos, donde el concepto a implementar, es la versatilidad.
La versatilidad, implica multiplicidad de usos, saberes y aplicaciones de algo en particular.
La evolución es versátil, porque es la manera natural de adaptarse e interactuar rápidamente en diferentes entornos.
Hasta
la especialización, es hija de la versatilidad, ya que para
especializarse en algo, primero, al menos, hay que saber que existe.
Ampliar la base de conocimientos integrales en la comunidad, a través de emprendimientos comunitarios auto sustentables.
Con
capacitación aplicada al mismo, coordinando, para que todos estos
emprendimientos comunales, puedan ir formando tejido social y
productivo, enfocándolos más allá, de la coyuntura del proyecto en si
mismo, para que integradamente, puedan abordar, objetivos cada vez
mayores, ya que son complementarios, por lo tanto versátiles.
En
un mundo donde los recursos no abundan, consideramos que es la piedra
angular del desarrollo de una verdadera comunidad organizada.
Un espacio donde se cruzan la cultura, la producción y el compromiso social.
Años de ataques salvajes a la educación popular, la cultura y la autoproducción, fragmentaron el tejido social.
Así,
mermaron o directamente desaparecieron, los lugares de encuentro
barrial y a pesar que no tenemos estudios que lo respalden, entendemos
que no es casual, cambiar estos espontáneos sitios de debate e
interrelación de los vecinos, por espacios menos personales y
contradictoriamente, más exclusivos.
La desaparición de los
lugares de encuentro barriales, o el vaciamiento ideológico de los
mismos, provocó, que cada vez más gente, dejara de mirar el barrio y
miraran su propia casa, fomentando un individualismo muy útil a un
anarco-capitalismo, como muy acertadamente, bautizó la compañera
Cristina.
De ahí, a la inseguridad y falta de compromiso que genera, ese desconocimiento del otro, hay solo medio paso.
Para actuar de manera concreta con esa realidad, elaboramos la propuesta de establecer, Centros de Vida Barriales.
Lugares
amables de cultura, capacitación y productivos, que actúen como
neurotransmisores dentro de su área específica, orientando el verdadero
capital del movimiento popular, sus conocimientos, gustos, anhelos y
trabajo, en función de objetivos comunes.
Diseñamos, entre
militantes y vecinos, proyectos que contengan ese ansiado valor
agregado, que tanto se busca en la producción, y aplicarlo a la
política, la cultura, la educación, incluso, a la obra pública, cada vez
que se pueda, para que los recursos finitos del estado, puedan
canalizarse de la manera más racional posible, ante las infinitas
necesidades que se presentan.
Todos apuntan a la auto sustentabilidad, y de ser posible, al crecimiento.
La prueba piloto, la estamos llevando adelante en nuestro barrio.
Conseguimos un viejo hotel familiar en estado de abandono, en comodato.
Un gran paso, ya que disponemos del espacio físico para implementar los proyectos.
Formamos
un grupo muy homogéneo de personas, con el compromiso y los
conocimientos, (por ejemplo, de usar los recursos de cada uno, en
beneficio del conjunto), que son los necesarios para llevar adelante el
proyecto.
Entre todos, sumamos conocimientos en arte, educación,
técnica, producción, generación de contenidos audiovisuales,
computación, base técnica, para desarrollo de construcciones y energías
alternativas, y se sigue sumando conocimiento.
Uno nuevo, con cada
persona que se suma.
Esto, nos pone, frente a otra de las patas del proyecto, la versatilidad.
Nuestros conocimientos conjuntos, son un bagaje nada despreciable, superador de nuestras propias individualidades.
Una verdadera usina de ideas.
A la fecha, estamos reconstruyendo el lugar, en base a los escasos elementos, que los propios vecinos nos puedan facilitar.
Mientras
tanto, de manera informal, el lugar ya está funcionando, como lugar de
encuentro, lo que llevó espontáneamente a comenzar con algunas
capacitaciones.
Mecánica de motos, va trayendo jóvenes y no tanto, que se solucionan los problemas mientras aprenden.
Increíblemente, se sorprenden que se les brinde abiertamente, la información por la que pagaban bastante.
No debemos olvidar, que el poder siempre se nutre del desconocimiento ajeno.
Eso, no es deporte, es depredación.
Lo mismo se puede decir del de herrería, generación de contenidos, o cualquiera que podamos ofrecer.
Consecuentes
con la aplicación de lo que pensamos, estos cursos arrancan por simple
voluntad, de que quienes los llevan adelante, y sin embargo, a pesar de
sus propias necesidades, no cobran nada por ello.
La razón para
que se de esta particularidad, es experimental, ya que el boca a boca,
es algo así como el multimedios del barrio, donde circula la
información.
Si usamos ese circuito de información, para sembrar ideas, rápidamente las veremos materializadas.
El proceso creativo, se basa en eso.
La vida se basa en las percepciones y las ideas, focalizan, esas percepciones.
De la misma manera pasó con esa camisa, tan linda, que te enamoró a primera vista, y compraste por original.
La primera semana, te hartaste de cruzarte con infinidad de otros originales, como vos.
¿Magia?
No, percepción.
Antes de verla, para cada uno de nosotros, la camisa no existe.
Eso, es el No Saber.
Luego, la vemos.
Estaba en un negocio, por lo tanto debería haber varias.
Debe ser un nuevo modelo, pensamos…
Eso, es Conocer, que no es lo mismo que saber, ya que saber, es la profundización de ese conocimiento.
El
saber, nos llegó inmediatamente después, cuando la idea de esa camisa,
modifico la percepción de ella, focalizando la atención, en cualquiera
parecida, que haya en una multitud.
Ahí, supimos que no éramos pocos.
Casi lo mismo que en la vida, ¿no?
Volviendo
a lo nuestro, en esa idea marco, se engloba el proyecto de armar un
taller de metalmecánica liviana, para uso múltiple y comunitario.
Se
busca versatilidad, para la adaptación rápida a las necesidades,
pudiendo encararse cualquier trabajo, en los rubros metalmecánica,
carpintería, mecánica de motos o automotriz, construcciones, acabado de
superficies, etc.
A esa versatilidad, para sustentarse en
cualquier situación, se agrega la capacidad, de disponer de un espacio
múltiple, para el desarrollo de nuevos productos, y proyectos en
carpeta, en conjunto con el entorno, o sea, la propia comunidad.
Generar prototipos, modelos, desarrollos, investigación, etc, es el fin, asociándolo a la producción.
No se puede desaprovechar tanta capacidad técnica, teórica y práctica, solo en producción.
El
equipo de capacitadotes, en conjunto con los actores de los
emprendimientos, se dedicaría, a darle sustento técnico, a esas ideas de
desarrollo.
De esta manera, se aprovecharía, la capacidad
conjunta, y experiencia en la industria, para desarrollar los
emprendimientos, y armar sus respectivas líneas de producción,
invirtiendo, conjuntamente una parte de sus ganancias, en el desarrollo de
nuevos productos.
Dentro de esos proyectos de desarrollo, está la
posibilidad de fabricación de vehículos económicos, para uso urbano,
desarrollos, para autoconstrucción económica de viviendas, para paliar,
el déficit habitacional de manera rápida y económica, y la fabricación,
de los equipos e insumos que generen los propios emprendimientos.
El
hecho, de tener todas las herramientas en un mismo ámbito, hace a la
fusión de diferentes oficios, que permiten una respuesta rápida y
creativa.
En el hipotético caso, que nuestro barrio, quedara
aislado del mundo, como Robinson Crusoe, podría regenerarse, a partir de
la capacidad instalada.
Si bien no podría, fabricar todo lo
necesario, con lo que si, puede hacer, ya constituiría una unidad
autónoma de desarrollo, permitiéndole ser funcional, y resistente a los
vaivenes.
Describimos, el principio de funcionamiento general del
proyecto, porque, el que aplicamos a este en particular, es común al
resto de ellos.
La metalmecánica, carpintería, mecánica, diseño y
construcciones, abarca infinidad de cosas, que hacen al uso diario,
desde el auto, hasta la silla donde estamos sentados.
Tiene la
ventaja, en estas épocas de tecnología rabiosa, de poder implementarse
con herramientas de baja tecnología, pero que sin embargo, son las que
construyeron y desarrollaron las de alta tecnología.
En nuestras localidades, no hay talleres integrales de ese tipo.
Con un equipamiento acotado y racional, se pueden cubrir bastante bien las necesidades educativas y productivas del lugar.
Algo así como una pequeña industria productiva, técnicocultural y educativa, de uso comunal.
El funcionamiento, es el siguiente.
Los talleres, son el espacio natural donde se materializan las ideas.
Se piensa, se proyecta, se reprograma, se consiguen los materiales y se construye.
Proceso que estamos aplicando en la presentación de este proyecto, por ejemplo.
Y aplicable a cualquier situación, incluso, la propia vida.
Volviendo a conectar el pensar con el hacer, dando escala humana a la tecnología, para generar bienestar.
La capacitación técnica en los oficios, podemos cubrirlas perfectamente con los compañeros que impulsamos el proyecto.
Hasta aquí, algo así, como un centro de formación profesional, popular.
Esa capacitación, viene de la mano del desarrollo cultural, en cualquier actividad que le interese.
La
diferencia, con los C.F.P., radica en el hecho, que lo que se aprende,
es aplicado a la necesidad específica de esas personas, poniendo sus
intereses al servicio del conjunto.
Los C.F.P., que constituyen
una buena herramienta de capacitación popular, sigue, como la mayoría
del sistema educativo, atado a programas, muchas veces, ridículos, con
un rígido formato y permanentemente, se ven superados por la realidad.
La
mesas de cogestión, donde se definen los cursos a dictar, que
supuestamente, debería analizar la realidad del entorno, para
determinar, no solo las necesidades, sino, las soluciones, hacen agua,
cuando los planteos, están más ligados a mantener las horas cátedra,
especulando con no perderlas, que con las reales necesidades.
Aquí, también falla, el sistema.
Los
instructores e idóneos que capacitan en los C.F.P., son provisionales,
por lo tanto, si decidieran libremente, en función de las reales
necesidades, muchos se estarían autodespidiendo…
No veo por ahí ninguna mano levantada, para inmolarse en pos de las necesidades populares.
Esto,
sin poner en juego cosas tan intangibles (pero extraídas de diálogos de
la vida real), donde como argumentos, para definir algunas
capacitaciones, se escuchan cosas por el estilo...
Si dejo de
dar este curso, para dar tal otro, puedo perder el puesto, porque por
puntaje, podría agarrarlo Menganito, a quien detestamos, ya que por
cercanía, con el C.F.P, tiene más puntaje que yo.
Nooo, Menganito. Noooo, busquemos otra especialidad…
Típico
de la corporación docente, y sus tortuosos caminos
burocráticos.
Si
bien esta parte, es decisiva, a veces, en las determinaciones de la
mesa de cogestión, y está ligada a ridículos merecimientos jerárquicos,
y, más basado en cuestiones de entorno y permanencia, que de reales
capacidades. También, es justo reconocer, está ligada, más a la
necesidad de mostrar matrícula, que a las reales necesidades del pueblo.
Así,
llegamos a frustrantes cursos, sin los materiales, que en el caso de
los instructores más comprometidos, y ante las necesidades de los
alumnos, los costos de los mismos, terminan siendo absorbidos, por el
propio instructor.
Solo para poder llevarlos adelante, y mantener una mínima matrícula, que le permita seguir manteniendo la obra social.
Ni
hablar, de las vinculaciones de los cursos, con el sistema productivo,
casi inexistente en un distrito, volcado tradicionalmente a los
servicios.
Mucha, demasiada, energía desperdiciada, para nuestro gusto.
Es
así como, de una matrícula general de 700-800 inscriptos, se comienza
con unos 300-350, reales, para terminar con unos 100, de los cuales 15,
tal vez terminen emprendiendo algo.
Una locura.
Preferimos
10, que sepan lo que quieren hacer, capacitarlos en eso, mientras se
suman informalmente a cualquier otra capacitación que se esté dando,
técnica, cultural o artística, sin más compromiso, que el de entender,
lo que está haciendo, y ponerlo en práctica en un emprendimiento
concreto.
Eso es construcción política, territorial y productiva, optimizando recursos, para generar auto sustento.
A pesar del tono informal, y tal vez extenso del informe, es pertinente, ya que no sale de la galera, sino, de la praxis.
Esta
basado en el intento, de instalar un proyecto, en su momento, para
apoyar, complementar y sustentar, el C.E.S.A.J., articulándolo con
Formación profesional, en un ámbito que no fuera, ni el de la escuela
que los había previamente excluido, ni el del C.F.P.
Se basaba,
como en la vida, en no establecer patrones, sino, generar un ambiente
informal, de múltiples intereses, donde el probar y el hacer, definía
donde orientar los esfuerzos, siguiendo una lógica natural, contraria a
la tradicional, donde uno decide, antes de entender de que se trata, en
que capacitarse.
Los estímulos múltiples, deben
establecerse, en un ámbito plural y relajado, donde los intereses
particulares, de cada personalidad, se manifiesten naturalmente, ante el
estímulo que realmente los moviliza..
No importa si se
trata, de tocar el ukelele, o dedicarse a la física de partículas, pero
si importa, que ese saber, represente cabalmente, las inquietudes del
sujeto de capacitación.
Pocos fracasan, si hacen lo que les gusta, y ninguno, si hace lo que le apasiona.
Este
espacio multivalente, trasciende los intereses propios de cada uno,
para ir filtrando por ósmosis, en la interrelación de los múltiples
intereses, nuevas inquietudes, que a partir de la curiosidad, permitan
luego su profundización.
Nadie puede querer (ni odiar) lo que desconoce.
En el sistema tradicional, uno descubre que le interesaba otra cosa, cuando es demasiado tarde.
Tal
vez, sea esta la causa, de tantos adultos frustrados, y jóvenes que
solo transitan, el brete educativo, sin otro afán, que el cumplir el
requisito de un título habilitante, más ligado a una fantasía económica,
que a una real vocación.
Se perdería menos tiempo y recursos, detectando primero las pasiones de cada uno.
Pero
esto es improbable, a través de un test vocacional, ya que los
resultados se basan más en los supuestos del imaginario del sujeto,
respecto a tal o cual cosa, respondiendo más, a una percepción que, a
los reales talentos, gustos y satisfacción, que emanan de la praxis.
En
ese momento, el C.E.S.A.J.,, había llevado adelante una buena tarea de
búsqueda de los alumnos con dificultades para insertarse, en el sistema
educativo.
El buen trabajo consistía en ir a buscar, a esa matrícula, que ya conocían, por no haberla podido contener en su momento.
Pero como esto tenía olor a nuevo, vamos por ellos, again…
Como sea, el hecho, es que los alumnos, estaban….
En manos del mismo sistema, que les decía, que era otro. Jajaja (perdón, pero es gracioso)
Los profesores asignados, realmente eran buenos, y más allá de las bromas, le ponían garra.
El problema, se daba, que encontraban los mismos conflictos, que habían tapado un tiempo atrás, pero agigantados.
Los chicos, ya no eran tan chicos, ni tan dóciles, ni tan manejables.
Ni encontraban nada, que los animara a dejar de serlo.
Ante
la sugerencia de acercar soluciones, en ese momento, pensamos en estos
ámbitos múltiples, la semilla de este proyecto, pero, en este caso
aplicado a la comunidad toda, y no a un grupo acotado.
Un lugar donde pudiera convivir un libro, con una moto o una guitarra con una cocina.
Si
las cosas están, tarde o temprano, sin demasiada influencia visible,
excepto, la fundamental, de crear el ámbito que las haga eclosionar,
alguien se acercaría al libro, otro a la guitarra, otro a la moto,
algunos a un par de cosas, otros a las tres, mientras todos descubren
que cocinarse algo, está bueno.
No importa.
Lo importante, es que nos (y se…) irían mostrando sus intereses.
Llegarían a ellos naturalmente, sin imposición, madre de toda rebeldía.
Una
vez detectado ese interés, se profundizaría, pero sin cerrar la puerta a
los demás estímulos, al contrario, seguiríamos agregando cosas al
entorno.
Una especie de degustación previa, donde se
prueba de todo, sin tener que bajarse de un tren, para subir a otro,
mientras los años pasan y los resultados no llegan, como pasa
habitualmente.
Asumir que nos equivocamos, algo tan natural como respirar, es, ya de por sí, doloroso, aunque no debería,
Pero
asumir que nos equivocamos cuando ya estamos embarcados en algo, que a
priori nos gustaba, sin posibilidad de remedio inmediato, más que
resetear, y volver a arrancar (si es que quedan ganas), es bastante
violento.
La frustración, genera violencia.
Nadie rompe lo que le gusta.
Para ampliar el abanico de posibilidades, se pensó, en articular con Formación profesional, para que ofreciera sus herramientas.
Buen plan…
El problema, era quien entregaba los rehenes, perdiendo protagonismo.
La infinidad de vericuetos burocráticos y de contradictorias normas a cumplir, tampoco ayudaba.
Así
y todo, se podría haber articulado, ya que en una previa consulta, los
instructores estaban dispuestos y contentos de poder conseguir, algunas
horas cátedra extras.
Y a pesar de comentarios del tipo: como carajo manejás a estos gauchos, marchaba.
Hasta que se enteraron, que para tomar esas horas cátedra debían renunciar a sus puestos e incorporarse a los nuevos.
Plop, se acabó lo nacional y popular…
Como los artesanos, muy hippies, hasta que les tocan el bolsillo.
Arreciaron
las especulaciones docentes, acerca de puntajes, cercanías
domiciliarias, simpatías o antipatías con los posibles reemplazos,
calculadoras, sumando y restando horas, etc, etc.
Hasta que llegó la solución de renunciar y hacer su propia suplencia…
Ingenioso, ¿mo?
De
cualquier manera, solo quedaron un par de instructores, y los ámbitos
seguían siendo los mismos, pero, todos un poco más tranquilos.
Menos los pibes, que iban a los lugares que detestaban, a hacer cosas que también detestaban.
O sea, de la idea original, nada.
Pero
como somos un grupo, bastante pertinaz y consecuentes con la filosofía
del todo sirve, hasta la misimísma mierda, seguimos rumiando el
proyecto, junto con tantos otros que solos, no resistían el embate de
las conveniencias.
Integrarlos, es la solución.
Integrados, unidos y organizados, los proyectos crecieron.
Las
infinitas charlas al respecto, con cuanto actor social se cruzara en
nuestro camino, rindieron los frutos del consenso, con el nada
despreciable agregado, de ir uniendo las diferentes organizaciones,
detrás de objetivos comunes.
La aplicación política práctica de
esto, desembocó en la creación, de Orgas del Sudeste, una mesa de
agrupaciones, instituciones intermedias, referentes y vecinos, donde se
debate sobre cuestiones de fondo y no de forma.
Articulando
planes de acción, donde cada agrupación, aporta la herramienta que
disponga, para accionar en conjunto, en busca de logros comunes, que
fuera de ese ámbito, cada uno pueda capitalizar políticamente.
Un ejemplo, sobre las ventajas de la discusión de fondo, por sobre las formas.
Si
fuera fútbol, y respetamos las formas, ante la disyuntiva de elegir un
jugador exquisito, cada uno defendería los colores de su camiseta.
Eso, son gustos, no contenidos.
Ahora,
si habláramos de fútbol, el tema de fondo, podríamos elegir una
veinetena de exquisitos jugadores, que entiendan el juego, más allá de
los colores de la camiseta.
Sería un equipo fantástico.
Eso, ya lo hicimos.
El equipo, busca inversores, para aplicar la estrategia de juego.
Y
el juego, es nacional y popular, optimización de recursos,
versatilidad, estrategia, llegada a la gente con métodos no
convencionales, renovación en los modos de hacer política, aplicar cada
centavo de la manera más honesta y productiva posible, instalando la
idea, que salvarse solo, es fácil, pero, el fondo de la cuestión, es
salvar a todos.
Un sistema, es coyuntural, el otro, estructural.
La tendencia a la coyuntura, es lo que debilita la fuerza del movimiento popular.
Un
desarrollo cierto, con fuerte inserción en el territorial a través de
soluciones concretas, productivas, auto sustentables y solidarias,
construye comunidad plena y autodeterminada, que seguramente defenderá
con uñas y dientes, su propio desarrollo.
El auto sustento, da por tierra con el clientelismo, ya que nadie debería especular con las necesidades ajenas.
Esta
es la imagen, que el común de la gente asocia a la política, por eso,
es tan difícil, sacarlos de su encapsulamiento, y convertirlos en
sujetos activos de la misma.
El deambular permanentemente, entre las diferentes organizaciones, nos abrió los ojos a la siguiente realidad.
Todas se veían a si mismas, como una pieza importante.
Algo así, como una neurona.
Eso, es cierto, nada que objetar.
Cada neurona, con su especialización, casi personalista.
A pesar de verlas en los actos, en la militancia, la función pública, etc., la interacción era mínima.
Millones de neuronas pujantes. (aunque muchas veces pujan entre ellas…)
Neuronas de todos los tamaños y formas. Pequeñas neuronas, tremendas neuronas…
Todas juntas lucen espectaculares en los actos, pero esa fuerza se diluye en el día a día.
Eso,
nos llevó a pensar, que tantas neuronas sin neurotransmisores,
languidecían sin formar tejido orgánico, que es lo que sostiene la vida,
o en este caso un proyecto político.
Con el objeto de inmunizar
para siempre esas neuronas, contra los ataque del sistema (una especie
de Alzheimer, que hace que el pueblo, olvide fácilmente quien es el
verdadero enemigo), decidimos, que era hora de los neurotransmisores.
Gente, sin miedo a la contaminación cruzada, las roscas, los prejuicios, etc, y laburara, para el conjunto, el cerebro.
La prueba piloto, se materializó en Orgas del Sudeste.
Y con poquito, obtuvimos grandes logros.
Cada uno con su herramientita, armábamos el tablero que permitiera trabajar el día a día.
Ir
a cualquier reunión, de cualquier organización, sin importar la remera
que llevaban, basados solo en el punto convocante, que es el campo
Nacional y Popular, aparte de apoyarnos unos a otros, permitía el fluido
intercambio de ideas e información.
Con ese material, rumiábamos los proyectos.
Igual,
que en los Talleres de Vida Barrial, detectábamos los intereses,
gustos, debilidades y fortalezas de cada uno, para explotarlas al
máximo.
Sin desesperarnos, establecíamos los canales de circulación de las ideas.
Sin
desmoralizarnos, si no se entendía cabalmente, porque entendemos que
pequeñas ideas, aunque parciales, circulando, son más poderosas, que una
gran idea confinada.
Así, las ideas circulan, y aunque
parciales o poco claras, se van instalando, propiciando el terreno para
que florezcan en el momento adecuado.
Al menos, cuando la idea se materializa, ya tiene, un ambiente propicio para desarrollarse.
Aunque sea, porque suena familiar.
Ese
cambio, hace a la percepción, que precisamente, es donde trabajan los
medios y el entorno, para generar climas ficticios, que no se condicen
con la realidad, siendo un tremendo condicionante para el desarrollo,
porque donde se instala el prejuicio, se debilita la soberanía personal.
De
ninguna manera, como militantes, debemos dejar ese terreno estratégico,
baldío de ideas, si queremos que este viaje que emprendimos juntos, no
tenga boleto de retorno.
Otro concepto interesante que aplicamos y da resultado, es ir contra la tendencia a destruir lo que está mal.
Nunca rompemos, construimos arriba.
En todo.
Y en todo, incluye esa porción de personas, que tienen el discurso Nacional y Popular, pero no la genética.
Ir en contra, es un desgaste de energías tremendo y de escasos resultados, dada su natural capacidad de adaptación.
Sin embargo la ventaja estratégica, es que se los puede correr con su mismo discurso. Como nunca. (¡Gracias Néstor y Cristina!)
¿Cual es tu color?
Rojo.
Bueno,
entonces, es rojo, más rojo, taaan rojo, que el rojista, queda atrapado
en su propio discurso, pero con una tonelada de rojo encima.
Quedó encapsulado, y ya no es dañino.
La estrategia está extraída de la misma naturaleza.
Los retrovirus, para luchar contra lo que los destruye, replican el A.D.N. del huésped, y lo consumen.
De manera análoga, y consecuentemente con la teoría de no demoler, sino, de construir arriba, para no desaprovechar nada.
Valor agregado, que le dicen…
No paramos a pelear, los sumos a la lucha.
Pero sin herramientas para el sabotaje, encorsetado de si mismo.
Todo
esto, es posible en el marco de este vigoroso retorno a la soberanía
popular, que abrió la convicción de Néstor y profundizó Cristina,
poniendo en la mesa, permanentemente las contradicciones, para que se
resuelvan en el debate.
Para lo que resta, debemos aplicar la
infinidad de herramientas que pone a disposición este gobierno,
optimizando, tal cual deberíamos hacer en el plano económico, la
intermediación, que es el lugar donde los tibios, especulan.
Cuando
el debate era el Modelo, hablábamos de profundización, cuando el debate
era profundización, lo hacíamos sobre aplicación, cuando el debate, es
la aplicación, hacemos esto.
Y esto, es una sólida base, para la implantación de comunidad organizada.
El fondo por sobre las formas.
El
centro de Vida barrial, es el fondo, la estructra y el crisol, donde
cada mineral se funde, dando lugar a nuevos materiales más resistentes
que los componentes originales.
En otras palabras, la capacitación
cubre específicamente, las necesidades de cada persona y emprendimiento,
y se nutre en el proceso, con las nociones tangenciales, que hacen a los
otros emprendimientos, arte, educación y cultura.
Brindando
terminalidad primaria y secundaria, para dejar a los participantes, a
las puertas de una carrera terciaria o universitaria, y en un
emprendimiento funcional en si mismo, que sustente sus aspiraciones.
Potenciado en el marco de una red de emprendimientos, enfocados con un
horizonte de desarrollo común.
No solamente en la producción, sino, además en la cultura.
Es
importante notar, que incluso antes de tener una educación, ya teníamos
una cultura, que en definitiva, es el legado donde nos formamos.
La productividad, aplicada a la cultura, siempre, es un buen negocio.
En
el caso de nuestro distrito, eminentemente turístico, generar un
producto cultural de calidad, aprovechando la alta demanda, más que
conveniente, es necesario.
Los Talleres de Vida barrial, funcionan como centros culturales, o, mejor expresados, como centros de poder cultural.
Los centros culturales tradicionales, adolecen de la misma falta de articulación, que los C.F.P.
Infinidad de cursos, muchos capacitados y nula generación de circuitos de aplicación, tanto artística, como productiva.
Y vuelven a aplicarse, la teoría de la neurona unplugged…
Cada arte por su lado, implica tener el talento para llevarlo adelante.
Pero
al desarrollar un producto cultural, tan necesario en un destino
turístico como éste, con todas las artes generando contenidos y
espectáculos integrales, se abren las puertas a aquellos, que tal vez no
podrían sostenerlo desde el espectáculo, pero bien pueden participar en
la en producción, donde hay un espacio para cada habilidad.
Desde sonido, iluminación o escenografía, hasta, tareas administrativas o de venta y promoción.
Optimizando talento, sería…
Igual que en el terreno productivo.
Cada una de las capacitaciones, estará dada en función de un emprendimiento.
Nuestras localidades, fueron concebidas como destino turístico,
Esto provocó nula inversión en producción metalmecánica.
Sin
embargo, por ser un destino netamente migratorio, existe mucha mano de
obra calificada, llegada de diferentes lugares, desaprovechada por falta
de espacios donde aplicarla.
Eso, también es actuar ecológicamente...
Los recursos usados en formación, se dilapidan si no encuentran un ámbito propicio para su desarrollo.
En
este momento están dadas las condiciones para generar producción en
nuestro distrito, ya que se ha aprobado el cambio en la legislación, que
impedía el desarrollo productivo en el Municipio de La Costa.
El mercado que hace viable este proyecto, es muy amplio por varias razones:
Nos
abastecemos en los grandes centros urbanos, cuando la mayoría de los
productos de consumo habitual, en diversos rubros, se podrían realizar
en el distrito.
El recupero de piezas, reciclado, reutilización de
materiales, energías alternativas y el desarrollo de nuevas soluciones
integrales.
Cada uno de nosotros convive con infinidad de piezas
que necesitan los servicios de la metalmecánica, por lo tanto todos
somos posibles usuarios de los mismos.
Porque el funcionamiento de estos centros, es el siguiente:
Son,
estos centros, una especie de taller comunitario, con la posibilidad de
autorreparación, usando el espacio, aportando un pago mínimo de
mantenimiento, y asumiendo el compromiso de transferir su saber, dando
alguna capacitación.
En poco tiempo, muchos, estarán sabiendo
hacer de todo, o al menos, lo suficiente, para empezar a encarnar, el
modelo de comunidad sustentable y organizada.
Aparte de esa
posibilidad, existe la opción de capacitase, en el Centro de Vida
Barrial, mientras repara su propias cosas y aprende las técnicas que le
permitirán aunarse con vecinos, con intereses comunes, para darle
sustento real, a cualquier emprendimiento productivo.
En
este punto, es donde se pone en juego la capacidad de articulación
política, para aplicar las herramientas disponibles, para este tipo de
desarrollos.
Por lo tanto, es función de este centro, encauzar los
recursos de un barrio, en función de su propia capacidad de
transformarse, en un lugar mejor, actuando como organizador de su
entorno de pertenencia.
Los recursos así obtenidos, ayudarían a
sustentar el crecimiento de éstas redes neuronales de Concientización
Social, a través de continua formación, producción y recursos.
El
valor agregado de este sistema, es que genera lazos en la comunidad y
conocimiento mutuo, siendo un ámbito solucionador de problemas
barriales, con directa injerencia en la resolución de las dificultades
cotidianas.
Esto hace que estas pequeñas soluciones de laboratorio, puedan aplicarse o replicarse en cualquier escala.
Es la manera que encontramos, como militantes del campo popular, para poder sostener esas raíces que le dan sentido.
Lo
recaudado por los servicios que se presten, más el producido del
reciclado, estarán destinados a sostener el funcionamiento y expansión
de estos centros.
Los emprendimientos, destinarán un porcentaje de
aproximadamente el 6% de sus ganancias, destinados a crear un fondo
solidario destinando una parte del mismo, a financiar y respaldar, las
necesidades ocasionales de los propios emprendimientos.
El resto
de ésta contribución, actuaría como un ahorro barrial, y estará
destinado a impedir que alguien de la comunidad se vaya a dormir sin
comer, con frío por no poder comprar una garrafa, sin medicamentos, etc.
Y a fomentar los vínculos entre los extremos más vulnerables de nuestra sociedad.
Los
niños, que se están formando y necesitan estímulos, y los adultos
mayores, que necesitan estímulos, y deberían estar formando…
Estas
ayudas, se basan en el compromiso, como los banquitos de
micropréstamos, con el agregado de la posibilidad de optar, en caso de
ser factible, y si su condición lo permite, con alguna actividad de
ayuda comunitaria.
El compromiso, actúa como moneda de cambio, y potenciador de la economía social.
El único responsable sobre la perpetuidad de asistencia en caso de ocasionales necesidades, es el propio beneficiario.
La
intención, es ayudar siempre, pero, como instalar el compromiso
recíproco, es la tarea, no podrán incumplir reiteradamente sus
compromisos, que incluso, pueden no ser, de orden económico, se usan con
responsabilidad.
Los reiterados incumplimientos, no generan
sanciones, obviamente, pero la prioridad, estará del lado de quien los
asume y los cumple.
Es la micro aplicación, del la brutal
capacidad de síntesis de nuestra presidenta, que sintetizó tremendas
complejidades, en cuatro palabras.
Se acabó la avivada.
La aplicación en el macro, la discutimos en otro momento, para no irnos por las ramas. Más…
Tal vez, la reflexión, haga que vuelva a insertarse orgánicamente, con más compromiso.
Entre
las múltiples tareas sociales que entran en ese rubro de cancelación de
ayudas, hay algunas muy importantes en la organización de la comunidad.
Son tema de otro proyecto, de vinculación intergeneracional, que está desarrollado aparte, pero dentro del mismo proyecto marco.
Se
trata de organizar jornadas de encuentro entre niños y adultos mayores,
donde participan jubilados, desocupados, o aquellos que aún permanecen
en actividad, en encuentros lúdicos y de historia oral.
Disciplina, que trabajamos, apoyamos y difundimos, por considerar, que es constitutiva de la identidad de los pueblos.
Como la historia está en todos lados, los niños, expresarán las suyas, buscando puntos de referencia comunes.
Esta
ida y vuelta, debe generar debates y documentación, quedando plasmadas
en una revista hecha en conjunto por todos aquellos que a su tiempo,
vayan participando de la experiencia.
Los comerciantes del barrio, podrán colaborar usando esta revista barrial, como promoción de ofertas.
Más allá que todos conozcamos al almacén del barrio, con muy poco se ayuda mucho.
Y podrían financiar la revista o actividades que los chicos acuerden realizar, apoyados por la experiencia de los mayores.
Cuando
se es chico, ver al almacenero, como un colega emprendedor, y no como
el señor, que nos cambia dinero por comida, cuando hay, no es poca cosa.
Esa pequeña y sutil diferencia, a la larga, marca una ruptura en los patrones impuestos durante décadas.
Todo, en un ámbito lúdico, que es el mejor estímulo para la creatividad.
Para que los chicos la desarrollen y los adultos, se reencuentren con ella.
La
ruptura del diálogo generacional, por las viscicitudes del diario
vivir, solo favorece a un sistema que luchamos por desterrar.
Tal
vez, no sea casual, que los despropósitos del neo liberalismo, golpean y
asfixian a la clase trabajadora, que, paradójicamente, es quien genera
las riquezas, para el sector que aprovecha sus mejores años, antes de
depositarlos en un destierro laboral, una vez que la vitalidad, fue
dejando retazos en el camino.
Pero si bien, golpea y duro,
en esa franja, cuando se le da oportunidad, (o lo que es peor, se la
atribuyen), es de hacer notar, que los efectos colaterales, más adversos
de ese sistema depredador, lo padecen los dos extremos más vulnerables
de la sociedad.
Los niños, que se forman en un ámbito
desfavorable, y los adultos mayores, que después de haber pagado con
pedazos de piel, la experiencia que hoy atesoran, dejan de ser
funcionales en un sistema capitalista.
Además, como parte del
proyecto de generación de contenidos, para ocupar esos espacios que la
ley de medios audiovisuales ha generado, se producirá un documental
sobre la experiencia.
El objetivo de estos documentales, es sencillamente mostrar como un pueblo organizado, autoconstruye una nueva realidad.
A
partir de los acuerdos, la recuperación de espacios ociosos , la
producción racional, para el propio sustento y la cultura inherente a
todo el proceso.
Para aprovechar los recursos, el documental, está atado a la capacitación, en video, narración cinematográfica, edición, etc.
Otra ventaja de este proyecto general, es la siguiente.
Tenemos en La Costa, un instituto de educación terciaria.
Desde hace un par de años, se vienen cursando las carreras de economía social y gestión cultural.
Indagando
sobre los recursos humanos formados en esta carrera, y según opiniones
de los propios actores de la educación, directivos, profesores, alumnos,
y el conocimiento de la realidad territorial, escuchamos algo de
decepción, por la falta de articulación real, con el sujeto de
aplicación, la comunidad.
Esta falta de articulación, impide aprovechar y dotar de experiencia, a los egresados de estas carreras.
Por
eso, no sería difícil, articular con el terciario, brindando ellos su
bagaje técnico y el Centro de Vida Barrial, la articulación territorial y
un espacio concreto de aplicación.
Con la ventaja de poder
elaborar conclusiones, evaluaciones y documentación, acerca del
desarrollo de este plan piloto, en nuestra comunidad.
Consideramos,
que el proyecto, es generosamente integrador y un paso importante para
construir comunidad unida, organizada y solidaria.
Por lo tanto,
estos talleres comunitarios, aparte de ser una alternativa económica,
para las necesidades de los vecinos, instruyen en artes y oficios a
quienes lo necesiten, con la suficiente flexibilidad, para que las
capacitaciones, estén directamente vinculadas, a su consecuente
emprendimiento.
La sumatoria de estos emprendimientos, lejos de
dejarlos aislados, son concebidos como células de un organismo mayor,
que a corto plazo, permitirá, abastecer de múltiples cosas a la
comunidad y cubrir nichos específicos en la región o el resto del país.
Otra
fortaleza, radica en el hecho de aplicar la terminalidad de estudios,
logrando así un plus de calidad educativa, que permita el posterior
crecimiento a partir de la solución económica a través del trabajo
genuino.
Brindando las herramientas y el entorno para que, una vez
vencida esa inercia inicial, comprendan que no hay imposibles, solo
improbables, y puedan continuar su crecimiento en instancias superiores.
Son
los cuadros del futuro inmediato, con fuerte y real raigambre popular,
apoyados en una sólida y plural actividad política, mostrando las
posibilidades que brinda este Proyecto Nacional y Popular, una verdadera
gesta social.
La naturaleza del proyecto, hace dificultosa, en
esta etapa, realizar una planilla de costos, no por una cuestión de
complejidad, sino, por una cuestión de oportunidad.
Tal
vez, los recursos necesarios, no necesiten una lista de precios
tradicional, ya que con el mismo monto que resultare del mismo,
aplicando la optimización de recursos, podríamos hacer pequeños
milagros, ya que el proyecto contempla la posibilidad, de que los propios
vecinos y emprendedores, aporten sus herramientas, para uso
comunitario, como si fuera un comodato, con la garantía de mantenerlas o
reponerlas en caso de necesidad.
El mensaje subyacente, es que el
mismo principio de mutualismo y potenciación de herramientas se puede
aplicar al crecimiento, político, laboral, social, educativo, cultural, y
hasta en la propia construcción del ser.
Además, buscando
oportunidades, en el mercado de las máquinas herramientas, usadas, con
lo que sería el monto original, en lugar de armar un taller, montamos
una industria.
Ese sería el pequeño milagro.
Pero, como somos gente de fe, siempre esperamos el gran milagro.
El
gran milagro, sería un tour de compras, por los depósitos fiscales o de
aduanas, donde los objetos de nuestros sueños, duermen improductivos,
el sueño de los justos, esperando que vayamos a despertarlos, antes que
un remate (a precios bajos), lo deposite en manos de algún especulador,
que luego inyecte en el circuito, donde tal vez, con esos recursos que
el estado destina a desarrollo, terminemos comprando, mucho más caro,
que en el remate, que los llevó hasta ahí.
Suena poco lógico, ¿verdad?
Y
en tren de soñar, ya nos que nos despierte la cruda realidad, vemos
todo ese potencial, generando crecimiento en infinidad de
emprendimientos.
